En el Reino Unido existen dos niveles de sanidad dental:
1. Sanidad Dental Privada. Es muy similar a España, el paciente paga su propio tratamiento. Las tarifas a pagar son más elevadas que en España (en torno al 25-30%), de lo facturado el dentista obtiene un porcentaje, que suele variar entre el 40 y el 50%. Como en España que haya más o menos pacientes depende de la situación económica general, localización de la clínica, prestigio de la misma o del dentista, cartera de pacientes, etc.
Para ejercer a nivel privado basta con estar colegiado en el GDC y disponer de un seguro de responsabilidad civil. No hay demasiados puestos disponibles en los que el dentista se dedique en exclusiva a la odontología a nivel privado, y los que hay suelen pedir al menos cinco años de experiencia y un nivel de inglés hablado alto.
2. Sanidad Pública: El sistema de seguridad social británico (National Health Service) cubre al 70% de la población, es decir, para la mayor parte de los ciudadanos británicos ir al dentista es gratis.
La inmensa mayoría de estos pacientes se tratan en clínicas privadas, las cuales tienen convenios con el NHS y cobran de él, a través de unos organismos regionales llamados PCT (Primary Care Trusts) o LHB (Local Health Boards, en Escocia e Irlanda del Norte)
Prácticamente todas las clínicas británicas son mixtas, es decir, tratan a pacientes privados (generalmente una minoría) y a pacientes del NHS.
Para medir la productividad y pagar a los dentistas el NHS tiene un sistema llamado UDA (Units of Dental Activity). A cada clínica el NHS, según sea su contrato, le asigna un número de UDAs, la clínica a su vez la distribuye entre sus dentistas, por ejemplo:
Las UDAs se pagan mejor o peor según el contrato que tenga la empresa contratante con el NHS, en las zonas en las que hay muchas clínicas demandando pacientes (London, Bristol, Brighton, Edinburgh, etc.) el NHS aprieta y suele pagar entre 16 y 20 libras por UDA, de este dinero entre el 45-50% va al dentista y el resto a la clínica. En las zonas en las que hay más escasez de dentistas y al NHS le cuesta colocar a sus pacientes se paga más entre 18 y 24 libras.
El sistema UDA no es universal en todo el Reino Unido, tanto Irlanda del Norte como Escocia tienen un sistema sanitario semiindependiente del NHS, y no aplican el sistema UDA, tienen un sistema tratamiento por paciente que se parece bastante al sistema privado español, sólo que paga el estado.
3. Restricciones que impone el NHS sobre clínicas o dentistas: Dado que es el NHS el que paga, quiere asegurarse de que las clínicas que tratan a sus pacientes contratan a dentistas legalmente y que estos están capacitados para hacer el trabajo. A efectos prácticos el NHS tiene que dar el visto bueno para las contrataciones, puede darse el caso de que una clínica contrate a un dentista y luego el NHS se niegue a aceptarlo.
Básicamente el NHS pone las siguientes condiciones:
En caso de cumplirse los requisitos el NHS expide un permiso al dentista llamado Performer Number, por el cual el dentista puede facturar tratamientos al NHS y extender recetas dispensables gratuitamente en las farmacias.
El proceso de solicitud de este permiso puede tardar entre 2 y 3 meses.
Estos requisitos no se aplican universalmente, a excepción del examen que lo piden siempre. En términos generales los Irlandeses y Escoceses suelen ser más permisivos. También suelen tramitar los permisos más rápidamente.
En el Reino Unido el 85% de los dentistas trabajan en odontología general, pocos de ellos se especializan.
Todos los puestos disponibles son para trabajar como odontólogo general.
Es muy difícil convalidar un Master español como una especialidad, por tres razones muy sencillas:
1. En España no existe ley de especialidades en el campo de la odontología, como si existe por ejemplo en medicina (MIR) o farmacia (FIR). Es decir, nosotros mismos no tenemos un marco legal de especializaciones, con lo que difícilmente se puede convalidad nada. Legalmente en España un recién licenciado puede hacer ortodoncia o poner implantes, esto en el Reino Unido es ilegal.
2. En el Reino Unido, igual que en Suecia y otros países que tienen ley de especialidades se requiere de cualquier candidato a la especialidad que tenga al menos dos años de experiencia en odontología general. Uno no puede licenciarse y especializarse.
3. En el Reino Unido la especialización se considera como una carrera a parte de odontología, es decir, un especialista en implantología, por ejemplo, tiene dos números de colegiado, su número de colegiado como generalista por el GDC y su número de colegiado como implantólogo, según el tratamiento que esté realizando a efectos legales presentará uno u otro para cobrar del NHS.